Jueves 19 de Mayo de 2011
Avanzamos por siempre
en una explosión incontrolable de voces
iluminándolo todo
Depositando en cada grieta
trozos encendidos de nuestro corazón
Quién se detiene a escuchar
los desesperados latidos
Mejor es arrojar los versos a los cerdos
antes que vender y pintar de gris
nuestra fértil reserva enfurecida
Nuestras bocas destrozadas
escupen puñados de palabras
frías y ensangrentadas
pero capaces de revertirlo todo.
Julio Núñez Rivera.
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